10 de junio de 2019
Norberto Ronquillo fue secuestrado la semana pasada y este domingo fue encontrado sin vida. Nuestro sentimiento de tristeza y solidaridad con su familia y que brille para él la Luz Eterna.
Nos solidarizamos, al igual, con todos los padres, madres, hermanos y amigos que han perdido a alguien.
Para las familias que pasan largas noches en vela, esperando saber qué fue de sus amados hijos.
Queremos justicia, que impere la ley y combate efectivo a los delincuentes.
Día con día muchos jóvenes y niños son secuestrados en la CdMx, decenas de infantes y adolescentes, vidas que florecen, son arrancados del mundo por criminales sin escrúpulo que atentan contra lo más sagrado de la vida de una familia.
Perder a un hijo, pero sobre todo en estas circunstancias, es un golpe del cual muchos padres, hermanos y amigos jamás logran sobreponerse.
Norberto no tenía por qué haberse ido, pero tampoco los cientos de niños y jóvenes que hoy han muerto víctimas del secuestro o de los cuales seguimos sin saber nada luego de semanas, meses y años.
La Ciudad de México de por si peligrosa, ahora en este 2019 lo es terriblemente más.
Los delitos se han disparado de manera terrible. Tan sólo el secuestro en la capital del país, según un estudio del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, se ha incrementado más de 114%, en el período diciembre-marzo de 2019, comparado con el promedio de ese delito durante todo 2018.
Es evidente que la administración y la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, ha fracasado en el combate de la delincuencia y como ejemplo, mientras Norberto era secuestrado y asesinado, ella se encontraba en un evento político con alcaldes de América del Norte en Baja California Sur y en el “festejo” de Tijuana, su mente y dedicación no estaba en la ciudad.
Decimos que ha fracasado, a pesar de que lleva 6 meses de gobierno, porque en lugar de ponerse a trabajar en una estrategia y ponerla en acción, se escapa de esa responsabilidad acusando al pasado y a toda “mala suerte” de hechos, que un día si, y otro también, esgrime para no ponerse a trabajar y fugarse de su responsabilidad.
La Sheinbaum es rebasada en cada situación que exige su cumplimiento y atención. No estamos dispuestos a seguirle escuchando innumerables disculpas por no hacer lo que es su obligación.
No queremos más simulaciones e irresponsabilidad al abordar los urgentes problemas de seguridad que golpean a nuestros hijos Norberto, Juanito, Elenita, Moniquita y decenas de niños y jóvenes que siguen en peligro.
En casi cualquier lugar de la ciudad nos enteramos que desapareció un niño o joven saliendo de la escuela, cuando fue al parque a jugar, cuando fue a un museo para llevar la tarea de la escuela; cuando iba al cine con sus amigos; cuando viajaba o salía del metro o viajaba en el metrobús o transporte público. Cuando, cuando y hasta cuándo.
Los padres y familiares suspiramos y rezamos atemorizados cada vez que uno de nuestros hijos cruza la puerta de salida de nuestras casas; suspiramos y agracemos a Dios que a la hora que deben volver estén presentes de nuevo.
Claudia Sheinbaum, váyase porque no puede darnos seguridad. Sus policías y agentes de la procuraduría con incompetentes, corruptos en muchos casos, no desarrollan investigación, no tienen compromiso ni dedicación con la sociedad, y usted tampoco.
Lo que hasta ahora ha dejado de hacer es grave y el crimen lo aprovecha.
No la queremos, no hace ni para la sociedad que la contrató ni para las familias y sociedad que aun sin haberla elegido, sabemos que debiera haber cumplido con políticas públicas, estrategias y decisiones que beneficien a todos.
Fracasó porque no tiene la preparación y mucho menos la intención de combatir a la delincuencia que nos tiene a su merced.
Fracasó porque no asume el problema, si acaso se da cuenta de él; fracasó porque en lugar de demostrar una actitud seria que ataque el delito, culpa a siniestra al pasado.
#NosSobraSheinbaum